Cerca de nuestra oficina hay una charca en la que esta primavera descubrimos primero huevos oscuros en hilera y luego renacuajos. Lo cierto es que nos acercábamos de vez en cuando hasta aquel lugar para ver la metamorfosis de los animalitos. Creo que todos pensábamos que eran ranas. Hace algo más de un mes unos compañeros de trabajo que habían ido a dar una vuelta a la hora de comer volvieron de la charca con un sapito.
Le hicimos un agujero en una de las macetas de la oficina cubierto por una teja y lo dejamos allí. No tardó en encontrarlo e instalarse en el. Después de investigar, parece ser que es un "Sapo Corredor",(Por lo menos no es un sapo verrugoso) lo cierto es que corre que se las pela detrás de las hormigas y las moscas sin alas que le proporcionamos cada día. Ya ha cogido algo de peso y, aunque nuestra relacción con el no se puede decir que sea muy íntima, lo cierto es que nos hemos acostumbrado a verlo allí y a cazar para él moscas y hormigas. En fin, creo que nos tiene bien domesticados. Os presento a TOAD y prometo teneros al día de sus aventuras en el Poto de la oficina.
2 comentarios:
Efectivamente es un sapo corredor, pero lo que deberiaís hacer es dejarlo donde lo encontrasteís.
Como ya te han dicho en otro blog toda la fauna autóctona está protegida por la ley, y tambien te han dicho otras cosas con las que estoy totalmente de acuerdo, compraros un muñeco, o una muñeca pero no os divertaís con un sapito.
Saludos
Estimado Pablo, no sabíamos que los sapos estuviesen protegidos. Después de informarnos sobre la ley, hemos decidido devolverlo al lugar donde lo encontramos. Respecto a tu comentario, decirte que somos amantes de los animales y nunca hemos pretendido divertirnos a cuenta del sapito, de hecho no creo que viva mejor en ningún sitio pero...LA LEY ES LA LEY.
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